Coloquio entre superlativos. El centenario del Festival de Salzburgo
En Salzburgo, Mozart lo es todo. En cada cuadra, en cada callejón, en cada sendero, en cada escaparate, Mozart está presente. La más recurrente de esas presencias es la de los chocolates Mozartkugeln(esferas de Mozart), inspirados en el retrato de Wolfgang Amadeus Mozart (1819) pintado por Barbara Krafft, en el que se ve a Mozart con una simulada sonrisa, una sobria peluca y una atractiva casaca roja. Los Mozartkugelnson, a ojo de los turistas, un ícono popular salzburgués.