Opción 174, Febrero 2013.
…y todavía a ti regreso
antes de que el sol duerma
a los pájaros
más duros de la tierra,
no digas dónde
a golpe te levantas
entre flores
que reciben tus heridas,
no cuentes cuándo
llorada en verde alba
trotaste rumorosa
si al margen murmurando,
quedo de ti, muda
en el seno de marzo
mientras el sol pinta de azul
crudo su memoria,
no digas nunca
si el vértigo en su obsesión
hace de ti
–te irriga–
el tiempo de estar sola,
tú que vives indómita
bajo el ímpetu veraz
proliferante,
tú en tu primera desnudez,
deja que el sol clame al sol
la claridad errante de la sangre
y que nosotros
quedemos ciegos de ti
en la distancia
que el amor
procura.