Opción 19, Abril 1983.


Hace unos días una carta anónima atacando a nuestro rector circuló por el ITAM. La carta iba dirigida al presidente del Consejo de Alumnos para su publicación en este periódico. Según me he enterado, lo más probable es que la carta no se publique. No me importa tanto que se publique o no la carta, creo que este asunto se circunscribe en un problema más profundo. Lo que importa y me preocupa es el problema de comunicación que existe en nuestra comunidad. ¿Por qué fue anónima la carta? Una respuesta a mi parecer demasiado simple es que el que la escribió es un cobarde. Más bien creo que quien la hizo se siente (no importando que esté o no esté) reprimido.

Un fenómeno parecido a este son los mensajes en los baños. Creo que es importante preguntarnos ¿Nosotros, como comunidad, estimulamos o reprimimos, mediante sutiles mecanismos, la comunicación? ¿Qué tan autocomunicativa es nuestra comunidad? ¿Qué tanto dialogamos nosotros mismos? Por mi lado me he respondido estas preguntas, y desgraciadamente no han sido las respuestas que a mí me gustarían. Los hechos hablan por sí solos: a duras penas y con gran esfuerzo de unos cuantos idealistas sale este periódico; casi nadie participa. Venimos a la universidad a estudiar y a estar con lo cuates. Las pocas manifestaciones culturales que hay se enfrentan a problemas financieros.

Tal vez me paso de pesimista. Existe un grupo de teatro, el Consejo de Alumnos organiza una que otra cosa (cada vez menos frecuente), Expresión Cultural sobrevive organizando eventos y de vez en cuando se escribe algo de gran calidad en una pared de algún baño.

 

Opción 3, 1981.

Opción 3, 1981.