Una hoja en blanco cuelga de la nada.
El hilo que la abisma es infinito.

A veces una esquina tiembla
como si el viento se colase en el vacío,
pero no hay viento, solo un hilo
inmóvil del que cuelga una hoja en blanco
que a veces tiembla.

O quizá sea al revés.
Quizá la nada flote
y tiemble sobre una hoja en blanco.

Quizá el hilo sea todo.