Convocatoria 192

Opción invita a participar en su número 192.

Recibimos ensayos, cuentos, poemas, narrativas, material gráfico, fotografías, reseñas y varia invención. La temática particular de cada número es exclusiva de la sección de exégesis, por lo tanto, no excluye la recepción de material con temática libre.

Tema de la sección de exégesis: El hombre y lo divino

Hace relativamente poco tiempo que el hombre –no el hombre sin más, sino aquél que se asume occidental y moderno– ha pretendido conducirse sin voltear hacia lo divino. Y, sin embargo, para quienes estamos ya inmersos en las aguas de la modernidad nos es difícil imaginar un tiempo en que la vida del hombre corría íntegramente bajo el signo de los dioses, en que la creencia era, en palabras de María Zambrano, no fórmula cristalizada, sino viviente hálito.

Indiscutible es que el hombre, siempre que ha surgido, lo ha hecho en compañía de alguna concepción de lo divino. Más aún, pareciera que lo propiamente humano ha nacido únicamente gracias a lo divino, mediante el establecimiento de un modo particular de trato con los dioses a que el hombre ha dado nombre. ¿Ha sido ineludible este paso por lo divino? Tras las miles de máscaras de lo divino pareciera insinuarse un fondo impenetrable, un centro sagrado inaprensible, que no cesa de morir y renacer en la mente del hombre.

Lo divino se desdobla bajo el impulso rítmico del rito, del mito, del tabú. Y si la praxis de lo divino se entiende sólo dentro de lo ceremonial, del devenir de una mística fundacional –un mundo compartido significante–, se trata entonces de un fenómeno que se instaura en la génesis de la sociedad política. La divinidad se engendra siempre en la dialéctica del reconocimiento, del hombre en coexistencia. De las experiencias orgiásticas primitivas a la sociedad de masas contemporánea, la divinidad se expresa en la acción religiosa, en tanto que construcción, siempre colectiva, de una espiritualidad.

Aun luego de alcanzado el delirio de la emancipación –Dios ha muerto, y nosotros lo hemos matado–, cabe reiterar la pregunta: ¿puede el hombre vivir sin dioses? Desterrados los viejos ídolos, ¿no se ha pretendido divinizar lo humano? Lo ha dicho, entre tantos otros, John Gray: la fe secular en el progreso, sello de la modernidad, carga consigo la huella de la fe cristiana. Y aun quien asume sin fe el silencio del mundo que lo rodea –actitud que aflora en un tiempo en que el hombre siente que ha perdido su lugar en el mundo y en la historia– se encuentra ante cierta manifestación de lo sagrado: “La nada, escribe Zambrano, es lo irreductible que encuentra la libertad humana cuando pretende ser absoluta”. Preguntar por lo divino, pues, se revela como un paso indispensable en la pregunta por el fenómeno de lo humano.

Opción invita a recorrer los caminos que ha seguido la relación entre el hombre y lo divino; invita a ahondar en el sinfín de formas en que lo sagrado se ha manifestado ante el hombre; invita a estudiar lo divino desde la filosofía y la antropología, desde el análisis sociológico y político, desde la inspiración poética.

Fecha de cierre de edición: 5 de febrero de 2016

Participa enviando tu colaboración a: opcionitam@yahoo.com.mx