Érase una vez en Plutón…
En un lugar de Plutón, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de nombre Juan Quijano. Un hidalgo que había visto mejores días, pero ahora hacía su morada en la noche perpetua de la Mancha. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, pero los años en Plutón eran un poco más largos de lo normal y, al cabo de un tiempo, había perdido la cuenta.