A propósito de “An Anna Blume”, de Kurt Schwitters
A 100 años de su publicación, este poema, émulo de su destinataria, sigue fresco, caminando imparable parado de manos y con el sombrero en los pies.
A 100 años de su publicación, este poema, émulo de su destinataria, sigue fresco, caminando imparable parado de manos y con el sombrero en los pies.
Pero, ¿no meditaba Sócrates sobre algo? ¡Jamás puede quedarse solitario, ensimismado y silencioso hasta el alma! Le sonreía tiernamente a su demonio interior desde la orilla tenebrosa del festín. ¿Qué murmuran tus labios, querido Sócrates?
Ya se trate de pintura con modelo o de estudios de los grandes maestros de la tradición, el trabajo artístico de Ramón Peñaloza (Ciudad de México, 1981) –tal vez el último discípulo directo de Gilberto Aceves Navarro– es mucho más complejo y audaz que lo que alcanzan a decir los adjetivos “figurativo” o “realista”. Resultado… Leer más »
1. La reflexión sobre la sacralidad alimenta prácticamente toda la obra de María Zambrano (1904-1991), desde Hacia un saber sobre el alma (1934) hasta el póstumo Los sueños y el tiempo (1992), a lo largo de muchos otros libros, y se vuelve superabundante en El hombre y lo divino (1955, 1973), libro de madurez… Leer más »
Desnudo, boca abajo, sobre una cama vibratoria, atado pie por pie y mano por mano a cuatro postes que, desde las esquinas de la cama, sostienen un macabro baldaquín; simbólicamente aspado, con la cara hundida a la cabecera de la cama, el cuello sujeto por una correa y los dientes apretados en torno a un tubo recubierto de fieltro, el condenado espera la pena capital.