Dos circuitos se acoplan y uno es perturbado. No obstante, la señal molesta es transmitida por el circuito alterado: hay una diafonía.
Como un virus benigno, la señal se adapta al receptor y lo utiliza como medio para seguir reproduciéndose, pero, a diferencia de este, no carcome a quien la porta, simplemente lo habita. El portador es transformado en un medio más de transmisión.
Eso es Diafonías, un espacio para la idea reflexionada, bien argüida, que nos confronta y causa rechazo, pero deja una semilla que luego crece y es transmitida casi sin notarla.
No desde el discurso dogmático; la propuesta de un giro, la posibilidad de explorar otros puntos de vista. Nunca dentro de una única línea de pensamiento.
El prefijo Di-/Dia significa extenderse, dilatarse, abrirse a aquello con lo que estamos en desacuerdo. Diafonías representa la oportunidad para posicionarnos en contra. Un espacio para cuestionar y ser cuestionados.