Por medio de poleas y de ruedas
las máquinas manejan y levantan
lo pesos más enormes sin esfuerzo.
Tito Lucrecio Caro

 

Algo se produce: efectos de máquina, pero no metáforas.
Deleuze y Guattari

 

I

Vivo en el cuarto de máquinas,
exploro de ellas
sus tramas ocultas.
Escribo breves síntesis
de sus sueños
con las que hago
un catálogo de imágenes
simbióticas,
de leves insinuaciones
mecánicas.

 

II

Sus engranes
son piezas
de una memoria
abstracta.
Herrumbre de un tiempo
detenido
en la eternidad.

 

VI

Si una pieza
genera un movimiento
indescriptible
para el resto del sistema,
toda su morfología
cambia.
De las mutaciones
solo damos cuenta
a través
de lo imperceptible.

 

VII

Cuando
apago las máquinas
puedo
escuchar el rumor
de sus piezas
reacomodándose sigilosamente
como si de un lenguaje
secreto se tratase.

 

IX

A veces
me pregunto
si no seré parte
de una
de sus ensoñaciones.

 

X

Mi corazón
es también un juego
de cables y poleas,
circuitos capaces
de medir la imprecisión
del tiempo.
Codificación del pulso
anónimo de la naturaleza.

Una luz
que parpadea en la oscuridad
de las antenas dispuestas
en el desierto
de todas
las cosas.

 

XI

Están ordenadas
en forma vertical
como si fueran
 brazos
en oración
o un atlas
mecánico
cargando el peso
del mundo.

 

XVI

Hurgo entre resortes
y metales
esperando hallar
una pieza
parecida
al corazón.
Busco rastros
de un espíritu,
migajas
que me lleven
a la tierra
prometida.