A 100 años de su publicación, este poema, émulo de su destinataria, sigue fresco, caminando imparable parado de manos y con el sombrero en los pies. Ejemplar pionero de la Merzgedicht ─esa manera de Schwitters de gritar en alemán con los desechos de la Gran Guerra, formando un collage de basura, coqueteando con la glosolalia, la paligrafía y el síndrome de Tourette─ “An Anna Blume” puede leerse como una celebración del encuentro erótico entre la desvergüenza y la sublimidad, cosa que ni siquiera otros dadaístas berlineses quisieron admitir, tal vez porque su compromiso con los ideales políticos los volvía alérgicos a la libertad artística.

Ofrezco aquí una traducción que no me atrevo a dar a leer sin la compañía del original. La primera edición del texto (“An Anna Blume”, en Kurt Schwitters, Anna Blume. Dichtungen. Hannover, Paul Steegemann, 1919, pp. 5 y 6) puede consultarse aquí: http://sdrc.lib.uiowa.edu/dada/Anna_Blume_Dichtungen/index.htm

 

An Anna Blume

Kurt Schwitters

O du, Geliebte meiner siebenundzwanzig Sinne, ich liebe dir! — Du deiner dich dir, ich dir, du mir. — Wir?
Das gehört (beiläufig) nicht hierher.
Wer bist du, ungezähltes Frauenzimmer? Du bist — — bist du? — Die Leute sagen, du wärest, — laß sie sagen, sie wissen nicht, wie die Kirchturm steht.
Du trägst den Hut auf deinen Füßen und wanderst auf die Hände, auf den Händen wanderst du.
Hallo, deine roten Kleider, in weiße Falten zersägt.
Rot liebe ich Anna Blume, rot liebe ich dir! — Du deiner dich dir, ich dir, du mir. — Wir?
Das gehört (beiläufig) in die kalte Glut.
Rote Blume, rote Anna Blume, wie sagen die Leute?
Preisfrage:  1. Anna Blume hat ein Vogel.
                   2. Anna Blume ist rot.
                   3. Welche Farbe hat der Vogel?
Blau ist die Farbe deines gelben Haares.
Rot ist das Girren deines grünen Vogels.
Du schlichtes Mädchen im Alltagskleid, du liebes grünes Tier, ich liebe dir! — Du deiner dich dir, ich dir, du mir, — Wir?
Das gehört (beiläufig) in die Glutenkiste.
Anna Blume! Anna, a-n-n-a, ich träufle deinen Namen. Dein Name tropft wie weiches Rindertalg.
Weißt du es, Anna, weißt du es schon?
Man kann dich auch von hinten lesen, und du, du Herrlichste von allen, du bist von hinten wie von vorne: “a-n-n-a”.
Rindertalg träufelt streicheln über meinen Rücken.
Anna Blume, du tropfes Tier, ich liebe dir!

 

A Ana Flor
Trad. Gabriel Astey

Oh, tú, amada de mis veintisiete sentidos, ¡te amo! – Tú tuyo te a ti, yo a ti, tú a mí.  – ¿Nosotros?
Esto (de paso) no viene al caso aquí.
¿Quién eres, hembra innumerable? Eres – – ¿Eres? – La gente dice que serías – Que digan misa, ellos no saben la o por lo redondo.
Con el sombrero en los pies caminas parada de manos, parada de manos caminas.
Hola, rasga tus ropas rojas en pliegues blancos.
¡Rojo amo a Ana Flor, rojo te amo! – Tú tuyo te a ti, yo a ti, tú a mí. – ¿Nosotros?
Esto (de paso) va para las brasas frías.
Flor roja, Ana Flor roja, ¿cómo dice la gente?
Adivinanza: 1. Ana Flor tiene un pájaro.
                    2. Ana Flor es roja.
                    3. ¿De qué color es el pájaro?
Azul es el color de tu melena rubia.
Rojo es el arrullo de tu pájaro verde.
Muchacha simple en tu ropa de diario, amado animal verde, ¡te amo! – Tú tuyo te a ti, yo a ti, tú a mí. – ¿Nosotros?
Esto (de paso) va rumbo a la caldera.
¡Ana Flor! Ana, a-n-a, destilo tu nombre. Tu nombre gotea como sebo de res.
¿Lo sabes, Ana?, ¿lo sabes ya?
También eres legible hacia atrás, y tú, magnífica entre todas, eres la misma hacia adelante y hacia atrás: “a-n-a”.
Sebo de res gotea caricias en mi espalda.
Ana Flor, bestia babosa, ¡te amo!